En la marcha de la CUT, ¿Dónde están los partidos?

Estuve un rato en la marcha de la cut, jornada de movilización y Acción Sindical en demanda por una Reforma Previsional Solidaria; Reforma al Seguro de Cesantía; Aplicación de la Nueva Justicia Laboral; Negociación Colectiva Supra Empresa, Reforma a la Educación, No a la LOCE, y Reforma al Sistema Electoral. En medio de este escenario de reivindicaciones sociales, extrañé ver banderas de los partidos políticos, principalmente de la concertación. Al preguntar a algunos compañeros por su inasistencia, me respondieron que compromiso no les falta, el problema es que era “en horario de oficina y a los funcionarios públicos los están marcando al cayo...”

He aquí entonces una de las grandes debilidades de la concertación y una de las causas del despoderamiento de nuestros partidos, hemos estado en el poder tanto tiempo que sólo pensamos en los problemas del gobierno, estamos abocados a resolver problemas, a crear más beneficios, difundir los nuevos logros, aportar en las grandes reformas. Hemos destinado a nuestros mejores hombres y mujeres a servicios de estado, poniendo a nuestros mejores cuadros a disposición del gobierno, dejando que pongan todos sus esfuerzos en gobernar y mejorar por tanto la calidad de vida de nuestros compatriotas.

Esto ha llevado a un alejamiento de las bases sociales, que son de nuestra esencia, nos olvidamos de que gobernamos para la gente, que necesitamos estar en sintonía con los ciudadanos para detectar problemas, conocer las necesidades, adelantarnos a las demandas. Nuestros compañeros están tan ocupados de realizar de mejor forma sus funciones, que se olvidaron de escuchar, dejaron de soñar y pensar el futuro, algunos olvidaron el sentido de ser gobierno, de las causas que nos llevaron al poder.

Buscamos lo mejor para los trabajadores, pero nos alejamos de los sindicamos, queremos una mejor educación para nuestros jóvenes, pero no trabajamos con los centros de estudiantes, queremos mejorar la democracia, profundizar las libertades, pero no fomentamos la cultura crítica, ni creamos espacios reales de debate y participación, transformamos nuestros partidos en sedes vacías, donde solo se discute la coyuntura y se pelea por cuotas más, cuotas menos de poder.

Cuando surgen estas marchas y aparecen en el tapete las distintas peleas sindicales y gremiales, es el momento de recordar nuestros orígenes, de entender que hemos marchado muchas veces por reivindicaciones parecidas, todos nosotros y otros antes que nosotros, que aun quedan grandes luchas pendientes, que la injusticia no ha sido erradicada de nuestra sociedad, que los poderosos aun nos oprimen y explotan, que todavía quedan pobres.

Pero esto no debemos verlo con desanimo ni pesimismo, al contrario debemos mirarlo como una oportunidad, una oportunidad para replantear nuestras ideas, nuestros discursos, nuestro accionar, para recordar las luchas pendientes, las deudas históricas, es momento de construir una nueva propuesta para el país, donde la justicia social sea el eje articulador, donde la política sea construida por los ciudadanos y no por los tecnócratas, donde todos se sientan parte de un ideario colectivo, donde el poder esté donde debe estar, al servicio del pueblo.